domingo, 26 de julio de 2015

MITOS PARA OLVIDAR

- ¡Realizar series de abdominales diarios NO hace reducir la barriga! Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos del abdomen, pero por lo general, cuando se tiene exceso de peso, estos músculos se encuentran por debajo de la capa de grasa, y esta actividad no puede tener resultados muy significativos en la apariencia física.

-¡El gimnasio NO es mejor que cualquier otro tipo de ejercicio que se realiza fuera de él! A muchas personas se les hace más fácil ir a trotar por alguna zona de su preferencia; otras eligen seguir alguna rutina desde su casa, y cualquiera de estas formas está bien.

- ¡Ejercitar mucho más fuerte y por bastante tiempo NO es una condición para obtener los resultados deseados! La genética humana juega un rol fundamental. Cada persona responde al ejercicio de una manera distinta a la otra y lo importante es encontrar el tipo de entrenamiento que ayuda a cada quien a sentirse bien. El exceso de ejercicio puede debilitar el sistema inmunológico del cuerpo y el poder que tiene para combatir enfermedades.

-¡Sudar NO adelgaza! Y tampoco es sinónimo de perder grasa. De hecho, sudar en exceso puede conllevar a sufrir una deshidratación severa. Se pierde más peso, es cierto, pero sólo de agua, que se recupera en cuanto se bebe lo necesario.

SABÍAS QUE…

No es necesario pasar largas horas en el gimnasio para mejorar la salud. Según una nueva investigación que publica la revista BMC Endocrine Disorders, lo mejor contra la diabetes y los problemas cardiovasculares es un ejercicio breve pero intenso.

EXCELENTE IDEA

Al terminar la rutina de ejercicio, y haber ingerido estrictamente lo necesario para saciar su hambre, se deben cepillar los dientes. Está comprobado científicamente que el cambio a ese sabor en la boca hace perder el apetito.

EL ERROR

Premiarse con un dulce por haber ido al gimnasio.

Calorías consumidas por caloría quemadas

1 Arepa: 250 Ca.

1 Rebanada pan integral : 73 Ca.

30 gramos de queso amarillo: 100 Ca.

1 Huevo revuelto: 133 Ca.

1 Lata de refresco: 154 Ca.

Media hora de aerobics: 178 Ca.

Media hora de correr: 325 Ca.

Media hora de caminar: 150 Ca.

Media hora sentado viendo televisión: 50 Ca.

sábado, 25 de julio de 2015

TODO SOBRE LA VITAMINA D

Una “D-ficiencia” peligrosa

Se estima que más de 50% de la población mundial tiene deficiencia de vitamina D, incluso en regiones de intensa radiación solar, y que para este problema no hay distingo de edad o sexo. Tan grave es la situación de deficiencia de esta vitamina que es considerada una verdadera epidemia mundial pues es asociada al riesgo de padecer diversas enfermedades.

Una dieta poco equilibrada puede conducir a deficiencias de muchas vitaminas y minerales, incluyendo la vitamina D. Una limitada o restringida exposición solar también puede provocar su deficiencia (lo que no quiere decir que debe abusarse de la exposición: 10 a 15 minutos diarios son suficientes). Además, son comunes los desórdenes que limitan su absorción o condiciones (como alteraciones en el hígado o los riñones, incluso algunos desórdenes hereditarios) que imposibilitan la conversión de la vitamina D a su versión “activa”.

Su deficiencia afecta de forma directa el correcto crecimiento y desarrollo de los huesos porque se compromete el proceso de mineralización ósea, provocando fracturas o malformaciones que generalmente son irreversibles o conduciendo a enfermedades blandas de los huesos. El raquitismo, por ejemplo, es uno de los casos más comunes de deficiencia de vitamina D, especialmente en niños; y en adultos es común encontrar casos de osteomalacia, sin hablar de los problemas de osteoporosis que generalmente se asocian con la deficiencia de esta vitamina.

Aunque con la edad el organismo sintetiza y procesa cada vez menos vitamina D, algunas investigaciones indican que la deficiencia de vitamina D está vinculada a una merma en la función cognitiva e incluso con la aparición de cáncer de colon. Una disminución de la fuerza muscular, algunas enfermedades cardiovasculares e infecciosas respiratorias, diabetes, depresión, Parkinson y Alzheimer son otros de los riesgos que representa un déficit de vitamina D en el organismo, explica Martinez.

Sin embargo, y como todo en demasía es malo, un exceso de vitamina D puede generar algunos problemas. Puede conducir a la resorción ósea, por ejemplo, que es el proceso mediante el cual se pierde masa de huesos. Wilson Muñoz, médico cirujano especialista en nutrición explica que son más peligrosos los abusos con vitaminas liposolubles que con las hidrosolubles (solubles en agua). “El abuso con las vitaminas liposolubles puede producir daños en el metabolismo del hígado, porque es allí donde se almacenan las reservas”, explica. Si se abusa de la vitamina D, puede presentarse aumento de los niveles de calcio y síntomas como debilidad muscular, dolor óseo, pérdida de apetito, presión sanguínea alta y arritmias cardíacas.

SABIAS QUE…

LAS PIELES oscuras que cuentan con mayor pigmentación forman menos cantidad de vitamina D porque absorben menos la radiación solar.

LA VITAMINA D se absorbe mucho mejor en presencia de vitamina A, vitamina C, calcio, fósforo y vitamina B5.

AL SER UNA VITAMINA ESTABLE no se destruye durante la cocción.

SE LE CONSIDERA una hormona, en muchos casos, porque su principal metabolito (elemento activo derivado del metabolismo) es una hormona esteroidea con amplias funciones en el organismo.

También conocida como la vitamina antirraquítica, la vitamina D es una sustancia capaz de disolverse en las grasas (es liposoluble), razón por la cual es muy importante para el correcto funcionamiento de muchas funciones básicas (y también complejas) del organismo. Puede obtenerse de dos formas fundamentales: mediante la ingesta de alimentos que la contengan, como por ejemplo la leche, el hígado, las ostras, algunos pescados grasos y la yema de los huevos, o puede ser sintetizada en el propio organismo por la acción de los rayos ultravioleta del sol. En términos generales, la vitamina D favorece el crecimiento en todos los niveles: en la reproducción y en las funciones nerviosas, óseas y musculares.

BENEFICIOS EN TODAS DIRECCIONES

Nuestras abuelas siempre nos decían que la vitamina D era buena para los huesos, y seguramente ni ellas sabían muy bien por qué; pues la razón es que es la encargada de regular el paso del calcio hacia los huesos y los dientes, permitiéndoles crecer fuertes. Además, la vitamina D permite la reabsorción del calcio a nivel renal, contribuyendo con la formación y re- mineralización de los huesos, y ésta es su principal función biológica cuando de hablar de los huesos se trata: aumentar en ellos la movilización de las reservas de calcio.

Los órganos y sistemas que conforman el organismo también se benefician de esta vitamina mediante múltiples funciones: regula los niveles de fósforo y calcio en la sangre pues interviene en las secreciones de la parathormona (una hormona secretada por la glándula paratiroides que toma juego en la regulación del metabolismo y las concentraciones de calcio y fósforo) desde la glándula paratiroides, así promueve una adecuada absorción intestinal de los alimentos que contienen ambos nutrientes.

Además, la vitamina D contribuye con el sistema inmune pues tiene un papel inmunosupresor y promociona la fagocitosis (mecanismo mediante el cual algunas células recubren con su membrana a un antígeno o cuerpo extraño como defensa), a la vez que lleva a cabo actividad antitumoral.

¿CUÁNTA NECESITAMOS?

Se estima que la dosis diaria ideal de vitamina D para una persona (de 1 a 70 años de edad) es de 600UI (Unidad Internacional), según recomienda el Instituto de Medicina de los Estados Unidos. Para personas mayores de 70 años, el Instituto recomienda una dosis diaria de 800UI. La dosis máxima que propone es de 4000UI por día.

TIPOS DE VITAMINA D

La vitamina D viene en dos presentaciones: vitamina D2 y vitamina D3; ambas se forman a partir de las radiaciones de la luz ultravioleta, pero la D2 se produce en las plantas y la D3 en los animales. Pero estas formas de vitamina D, en este estadio, son formas “inactivas”, y solo se transforman en “activas” cuando son sintetizadas por la piel al ser estimuladas por los rayos solares y luego procesadas por el hígado y los riñones (que junto con el intestino, son los principales órganos relacionados con el metabolismo mineral). Ambas formas de la vitamina D se encuentran de forma natural en algunos alimentos, aunque generalmente en cantidades muy limitadas; es mucho mayor su aporte al ser producida por el propio organismo tras la exposición a los rayos solares.

En algunas regiones del mundo donde la cuantía de luz solar es poca, como por ejemplo en las Islas Malvinas, existe la posibilidad de que la cantidad de vitamina D que los habitantes produzcan tras la exposición al sol sea insuficiente. Para prevenir esto, el consumo de leche fortalecida con vitamina D2 se hace indispensable y ahora muy accesible en el mercado mundial. Alfredo Martinez, médico internista y gastroenterólogo, explica que el salmón, las sardinas y el atún son fuentes naturales de vitamina D. La leche y la margarina ahora vienen enriquecidas con vitamina D, por lo que constituyen otras alternativas para su ingesta, aclara.

PERDER PESO CON VITAMINA D

Un estudio de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, alertó sobre la posibilidad que una deficiencia considerable de vitamina D podría intervenir en la dificultad para perder grasa corporal, sobre todo grasa acumulada en la zona abdominal. Aunque no existen conclusiones definitivas al respecto, las evidencias apuntan a que sí existe una asociación entre la obesidad, el exceso de peso y los niveles de vitamina D.